Mientras tú no le hablas, otro se muere porque le conteste. Mientras tú no quieres salir con ella, otro hace lo que sea para que acepte sus propuestas. Mientras tú no la valoras, otro la hace sentir la mejor chica del mundo. Mientras tú no la escuchas, otro la aconseja, sabe sus problemas y se preocupa por ella. Mientras tú la haces llorar, otro la hace feliz. Mientras tú tonteas con otras, otros le dicen que vale mucho más que tú, que los hay mejores. Mientras tu le dices adiós, otros 15 le dicen: ¡Hola preciosa. Mientras tú te callas lo que sientes, otro no para de decirle que la quiere. Mientras tú la pierdes, otro la enamora.
domingo, 29 de abril de 2012
martes, 24 de abril de 2012
No me gusta acatar las normas, tener que decir que sí porque es la respuesta correcta, callar algo que quiere salir a gritos, soñar en voz baja, bailar sentada, ni escribir con todas las letras del abecedario, tampoco sacar todo excelente, ni tener una lista de amigos interminables, no me gusta llevar vestidos cortos ni aguantar toda una noche con tacones,tampoco estresarme ante cualquier situación, ni esconder las cosas, como tampoco me importa tener un físico diez, prefiero,lo simple,lo divertido,como romper todas las reglas que pueda,que para eso soy joven, andar descalza, reir a carcajada limpia, brindar por algo, escribir todo lo que me venga a la mente, fallar en la ecuación, cantar aunque sea con los gallos, hacer fotos a cualquier bicho raro,suspender, prefiero lo incorrecto sin argumentos,tener un solo amigo, despeinarme con el viento, correr en dirección contraria ...no sé, no hace falta ser perfecta , puedo subir muy alto sin alas.
domingo, 22 de abril de 2012
Confieso que nunca he tenido pinta de ser la típica princesa de cuento. Nunca he aspirado a convertirme en una pierde zapatos, jamás he pensado en dormir cien años, y aunque nunca he creído apropiado entregar mi voz a nadie, he regalado todas y cada una de mis palabras. Nunca me he visto capaz de luchar por alguien, ni de evitar enamorarme de un inmaduro Peter Pan que no quiere crecer. Pero yo sí he creído tener envenenado cada poro de mi cuerpo, y he esperado un beso que no llegó jamás cada noche al acostarme. Confieso que nunca me he sabido las coordenadas que tiene un corazón para buscarlo, y no perderme mientras le pierdo yo a él. Tampoco he aspirado a convertirme en algo más que la antiheroina de mi propia historia. No nací para perder cosas, y aún así, parece que me paso la vida buscándolas. Confieso que nunca pensé que llegaría a estar aquí, esperando a que aparezca mi hada madrina con un par de converse desgastadas, que los cristales se me rompen, o mejor aún, dejando que el teléfono suene encima de la mesa porque a mi Peter Pan, le ha dado por hacerse mayor.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)